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KALOKAGATHIA



El término <kalokagathia> designa el ideal de virtud de la aristocracia griega. Según Aristóteles, <se dice kalokagathia de lo que es perfectamente bueno y bello; de hecho, puede presumir de esta cualidad el que es completamente hábil, valiente, no corrupto por otros bienes como la riqueza y la potencia>. A partir de esta concepción muy elitista y antidemocrática, el hombre o mujer perfecto debe poseer tanto las cualidades del buen ciudadano (valor, lealtad, etc., todas comprendidas en el término <bondad>) como las cualidades de la belleza física. Por tanto, la prestancia atlética, la salud, el cuidado de su cuerpo y el rechazo de cualquier trabajo manual (con la excepción del uso de las armas en la batalla) eran componentes fundamentales de esta ética aristocrática, coherente con una sociedad en que el trabajo productivo se consideraba envilecedor y era realizado preferiblemente por los esclavos. El hombre o mujer virtuoso es, por consiguiente, excelente no sólo en las cualidades espirituales, sino también en las físicas. Un efecto de esta coincidencia entre belleza del cuerpo y virtud ética fue la glorificación del desnudo (que, por el contrario, se juzgaba irreverente en el arte egipcio o babilónico), una invención original del arte griego del s. V a.C. En términos modernos, podemos afirmar que los griegos eran <nudistas>: a diferencia de los romanos, que consideraban escandalosa la pasión griega por la desnudez, los griegos encontraban en el espectáculo del cuerpo humano un significado profundo y un valor moral. Pensaban que la belleza de un cuerpo (masculino) podía hacer más cívico al hombre.

El historiador Jenofonte describe la reacción de los espectadores admirando a un vencedor de los juegos en términos de conmoción religiosa: <Como por la noche los ojos humanos son atraídos por el fulgor de un cuerpo celeste resplandeciente, así la belleza de Autólico atrae hacia su persona todas las miradas; todos los espectadores se conmueven en lo más profundo del alma. Algunos caen en un silencio no habitual, mientras que otros gesticulan de forma igualmente significativa>. No es una casualidad que la escultura clásica griega gravitase obsesivamente en torno a este tema central: el cuerpo desnudo del atleta (en el mundo sublunar, dominado por la imperfección, sólo el cuerpo humano es tan absolutamente perfecto que es necesario recurrir a la geometría para describirlo).

Un corolario importante de la kalokagathia fue la tesis de la <imposibilidad de enseñar la virtud>, un término que para los griegos no poseía aún el significado cristiano de libre elección del bien, sino que indicaba la excelencia en una actuación, la capacidad de <alcanzar el éxito en un ámbito determinado> (en este sentido, son virtuosos por ejemplo el músico o el maestro en un arte). En la concepción aristocrática, las virtudes políticas, la capacidad de mando, la imperturbabilidad que nace de la conciencia de la propia superioridad, no se pueden adquirir con la educación, sino que se heredan a través de la <sangre> de los padres.

Un único punto de contacto parcial entre la idea cristiana y la griega de virtud se puede detectar en el valor de la templanza; parte esencial de la kalokagathia, consiste en la capacidad de autocontrol, en ser capaz de dominar las pulsiones personales para someterse a las normas que regulan el mundo humano y divino.


TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO