Así como la metafísica indaga el ser más allá de la experiencia, el psicoanálisis ha desarrollado una metapsicología (o lo que es lo mismo, un intento de explicar los fenómenos psíquicos que se desarrollan por debajo de la conciencia). S. Freud analizó el aparato psíquico, la organización interior de la mente, desde tres principales puntos de vista: económico, dinámico y tópico.
- La función económica de la psique consiste en tener bajo control, al más bajo nivel posible, la libido: es decir, la pulsión sexual que circula por todo el sistema y lo vivifica. La excitación libídica se puede controlar mediante el desplazamiento de una representación a otra, desviada hacia objetivos no sexuales con el procedimiento de la sublimación, anulada transitoriamente con la remoción (mecanismo de represión inconsciente), o bien reprimida con la censura, que impide que los contenidos inconscientes juzgados como inaceptables afloren al nivel de la conciencia.
- Desde el punto de vista dinámico, el aparato psíquico se presenta como un lugar de compensación de fuerzas: por una parte actúan las instancias instintivas del inconsciente (-->) y, por otra, la conciencia (el Super-Yo) impone a la conducta unas estrictas normas. El cuerpo es el lugar de esta mediación: hay una estrecha relación entre lo psíquico y lo somático, de tal forma que la energía libídica se manifiesta también a través de la fisiología y sus patologías. El síntoma neurótico (la imposibilidad o la coacción a llevar a cabo una acción) es a menudo la manifestación de una masa de energía libídica, la descarga de unas tensiones inconscientes que se han acumulado debido a una incapacidad de encontrar un cauce normal de salida.
- El punto de vista tópico describe la estructura de la psique según un modelo espacial, localizando sus funciones en áreas topográficas. En el aparato psíquico hay tres <instancias>: el Super-Yo, el Yo y el Ello (o Id; en español el <Ello>: es decir, el inconsciente entendido como el Otro, el ser desconocido que habita en cada uno).
Tal como especifica Freud, <llamamos Ello a la más antigua de las regiones de la psique: su contenido es todo aquello que se ha heredado, presente en el momento de nacer, establecido por constitución y principalmente las pulsiones que proceden de la organización corporal>.
El Super-Yo es el área de la psique comúnmente llamada <conciencia> o <sentido del deber>; nace de la interiorización de las prohibiciones paternas en los primeros años de vida y ejerce una función de juez y censor con respecto al Yo, sobre el que desarrolla una función crítica. La diferencia con la noción del sentido ético de la tradición filosófica consiste en que el Super-Yo actúa en buena parte a nivel inconsciente.
El Yo (o Ego) es la parte consciente de la psique, la única que está en contacto directo con el mundo exterior; en ella encuentran su lugar todas las tradicionales facultades del alma (-->) examinadas por los filósofos (sensación, pensamiento, fantasía, memoria, intelecto). Oprimido entre las tendencias instintivas del Id o Ello y las prohibiciones del Super-Yo, el Yo trata constantemente de mantener el delicado equilibrio que constituye la salud mental y la <personalidad> del individuo.