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ARQUETIPO




El concepto de arquetipo fue introducido por los neoplatónicos de la edad imperial para otorgar a las ideas (--> Idea platónica) la condición de modelos eternos de las cosas, ejemplares originarios de donde deriva todo lo sensible. PlotinoProclo desarrollaron una teoría orgánica de los arquetipos para designar los materiales que forman el Intelecto divino, la segunda hipóstasis que procede por emanación del Dios-Uno. Las matemáticas y la geometría son, en este caso, ejemplares: la figura de un triángulo trazado sobre una pizarra sólo es el reclamo visual de un esquema perfecto y objetivo, eterno e inmaterial (el arquetipo del triángulo). Esta imagen abstracta del triángulo existe por igual en Dios y en la mente del hombre: elevándose al estado de arquetipo, el pensamiento humano alcanza el nivel de divinidad. Esta doctrina permitió a Plotino introducir dos importantes novedades respecto a Platón.
  • La teoría de las ideas podía interpretarse en un sentido profundamente religioso hasta tal punto, que los teólogos medievales, que conocieron a Platón sólo en la versión plotiniana, creyeron en la posibilidad de conciliar el cristianismo con la doctrina del filósofo griego. El mismo concepto de arquetipo fue asumido por san Agustín como <pensamiento de Dios>, y las ideas platónicas acabaron por ser consideradas los infinitos modos en que Dios pensó el mundo (creando así todas las cosas).

  • El planteamiento plotiniano consentía una revisión de la condena platónica del arte. Para Plotino, la pintura no refleja necesariamente la copia de todo lo sensible mediante el principio de la mímesis (-->), sino que puede utilizar las formas naturales para expresar un significado espiritual, convirtiéndose de este modo en un medio para acceder al mundo del arquetipo.
Si, como admitió Platón, el alma es arrastrada hacia lo trascendente debido al amor por la belleza, entonces hay que admitir la necesidad espiritual del arte y reconocer que es la única capacidad humana capaz de remover el alma del individuo y de infundirle el entusiasmo (-->) y el furor por la belleza, dos de las condiciones indispensables para su ascensión.

Durante el Renacimiento, Marsilio Ficino y los neoplatónicos profundizaron en las observaciones plotinianas hasta llegar a convertirlas en el instrumento teórico de una revolución artística.

Las obras de Sandro Botticelli, pintor que tuvo una estrecha relación con la Academia neoplatónica y con Ficino en particular, protagonizaron un intento de demostrar verdades superiores, verdaderos arquetipos conceptuales que representan conceptos filosóficos profundos. De ahí derivan la rareza de sus composiciones, la ambigüedad de sus figuras y la posibilidad de atribuirles diferentes interpretaciones. El Nacimiento de Venus (de Ficino), por ejemplo, posee un preciso significado filosófico: el alma (es decir, el hombre según la terminología de Ficino) es la naturaleza media y la coincidencia de opuestos entre cuerpoespíritu y entre pasión y pudor.




TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO