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IRRACIONALISMO





El pensamiento filosófico distingue dos tipos de irracionalismo.
  • El irracionalismo gnoseológico afirma que la razón humana no es capaz de explicar la realidad, pues su intrínseca complejidad está más allá de los límites de la mente humana. En este sentido estricto, ciertas doctrinas filosóficas del pasado podrían calificarse de irracionalistas: así, por ejemplo, el escepticismo, que antiguamente negaba la existencia de todo tipo de verdad; en la Edad Media, el misticismo (-->) y la teología negativa (-->), que reducían todo conocimiento a una simple y pura forma de intuición; y también el moderno romanticismo, que plantea que el arte y los sentimientos son la única forma posible de conocimiento.
  • El irracionalismo ontológico afirma que es la propia realidad la que se rige por los principios no racionales del azar, de la <casualidad>, de la vida (-->) entendida como proceso imprevisible. Esta forma absoluta y metafísica de irracionalismo, que considera al mundo como algo absurdo, ilógico, insensato y falto de objeto, es típica y exclusiva de la época contemporánea y elocuente expresión de su crisis.
Durante el segundo decenio del s. XIX, Schopenhauer propuso por primera vez una doctrina más radical: la voluntad de vivir (-->). La describió como un impulso primordial, una fuerza ciega que va más allá de la dimensión espacio-temporal. La doctrina y la figura de F. Nietzsche fueron aún más determinantes para el nacimiento del irracionalismo contemporáneo. Este filósofo interpretó de una manera aún más radical las profundas exigencias de la reacción antipositivista (-->), por lo que se convirtió en un efectivo estímulo para la renovación filosófica, aún en curso, conocida como crisis de la razón. Gracias a Nietzsche, el irracionalismo se configuró como una importante y peculiar forma de la cultura y el arte moderno de la que surge una nutrida y variada serie de vanguardias (-->) como, por ejemplo, el dadaísmo (-->).

La postura irracionalista típica del s. XXI puede sintetizarse en los siguientes aspectos recurrentes:
  • La <desconfianza respecto a las posibilidades del pensamiento científico, lógico o histórico> para explicar la realidad. Rechaza la idea de que el conocimiento se produzca mediante la intervención de razón e intelecto, y propone que éstos sean sustituidos por la intuición y la acción: es decir, por la <experiencia concreta de la vida>.
  • El <rechazo de los modelos tradicionales> y de todo valor moral, político o religioso (a partir del cristianismo), ya que los considera expresiones de un mito racionalista y metafísico. Es una posición que puede llegar al rechazo total de la civilización occidental desde sus orígenes. Nietzsche también adoptó una posición extrema al respecto, afirmando la negatividad de toda filosofía desde Sócrates en adelante.
  • El difícil intento de inventar e imponer un <nuevo sistema de valores> distinto del tradicional. La doctrina del superhombre/supermujer de Nietzsche ha aportado el modelo para la asunción programática de conductas consideradas socialmente desviadas, comportamientos revolucionarios, contestatarios y provocadores.





TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO