Ir al contenido principal

Asesorías Filosóficas Personalizadas

Mostrar más

PITÁGORAS


h. 570 – 500 a.C.




Si de Pitágoras conocemos tantas leyendas y poquísimas noticias ciertas, es porque el filósofo se convirtió (así lo quiso) en un mito antes de morir. Se sabe que creció en la isla de Samos, pero hacia los cuarenta años se trasladó, quizá por motivos políticos, a Crotona, en la Magna Grecia. Allí fundó una secta, una orden políticas y religiosas de fuertes connotaciones místicas que en poco tiempo consiguió dominar numerosas colonias. Fue una experiencia equívoca, pues la dirección marcadamente aristocrática del poder pitagórico provocó una violenta rebelión popular que culminó con la destrucción de la escuela. Al parecer, el filósofo consiguió salvarse y murió poco después en Metaponto.

Al igual que Cristo, Buda y Mahoma, tampoco Pitágoras escribió nada: prefería impartir sus enseñanzas a través de breves sentencias o con el ejemplo de su vida. Sin embargo, a diferencia de los grandes patriarcas religiosos y al igual que los demás filósofos, no deseaba que su pensamiento se divulgase y menos aún que fuese discutido. Formulaba sus sentencias (en griego mathémata) de modo perentorio y definitivo (como dogmas), permitiendo sólo a los discípulos más iniciados hacer preguntas, mientras que los neófitos (acusmáticos) sólo podían escuchar. Razones de secretismo imponían que nadie tomase apuntes; así pues, es lógico que tras la muerte del filósofo haya sido imposible distinguir su doctrina de la de sus seguidores.

Asimismo, muchas anécdotas sugieren una figura vinculada todavía en parte a la tradición prefilosófica. Creía en la reencarnación de las almas (metempsicosis), señalando sus propios padres hasta Apolo, y al parecer en ciertas ocasiones habló con animales, afirmando reconocer en ellos el alma de un amigo difunto. Si Pitágoras pertenece con todo derecho a la historia de la filosofía es porque consideró el saber como el instrumento principal de la purificación religiosa: sólo amando la sabiduría se puede estar en sintonía con la armonía del universo (según parece, el término filósofo fue acuñado por él). En la primera cita propuesta tenemos noticia de en qué consistía la armonía de la que habla Aristóteles (Metafísica): los denominados Pitagóricos veían en el número el principio de todas las cosas.


8 La música es armonía de números.

EL PROBLEMA: ¿Cuál es la estructura del Universo? ¿En qué consiste la armonía y, en concreto, la armonía musical? ¿Qué es el número?
LA TESIS: Pitágoras individualizó la arjé, es decir, la naturaleza íntima del todo, fundamento y causa de toda cosa, en el número; los pensadores de la escuela filosófica de Mileto lo habían encontrado en un elemento físico (véase sobre todo 1) y Heráclito en el devenir (véase 5). A diferencia de nosotros, sin embargo, con el término <número> no indicaba un ente abstracto, un puro contenido de la mente, sino un elemento esencial de la realidad. Por ello, el número pitagórico posee también una dimensión espacial y se sitúa como un ente intermedio entre la aritmética y la geometría.

El número es el principio ordenador de la realidad material.

  • Parece que los Pitagóricos, quienes pensaban que el principio es el número, lo pensaron además ya sea como materia, ya sea como cualidad accidental y condición de las cosas que son.
La unidad es par e impar, ni par ni dispar.

  • Como elementos del número ponían lo par y lo dispar, el uno pensado como infinito y el otro como limitado; la unidad la consideraban derivada de ambos (decían, pues, que es par y dispar); de la unidad pensaban que nació el número y que en los números consistía, como he dicho, todo el mundo…
El número no es un ente abstracto, sino que coincide con la materia y posee una dimensión espacial.

  • También los Pitagóricos piensan que el número no es de un solo modo –el matemático-, sino que no lo consideran separado de las cosas y afirman que las cosas perceptibles están compuestas por números. De números, en efecto, se compone el cielo entero, pero no de números formados por unidad sin magnitud, pues ellos atribuyen magnitud a las unidades. En cuanto a la primera unidad dotada de magnitud, parece que no sabemos decir cómo está compuesta…
La ciencia de los números puede explicar cada aspecto de la realidad.

  • Los Pitagóricos fueron los primeros que se dedicaron a las ciencias matemáticas haciéndolas progresar; y puesto que encontraron en ellas el propio nutrimento, fueron del parecer que existen y son generadas y afirmaron que una determinada propiedad de los números se identifica con la justicia y otra con el alma y con el intelecto…, y que lo mismo vale, más o menos, para cada una de las otras propiedades numéricas.
La música es un ejemplo de armonía matemática entre los sonidos.

  • En los números identificaban, además, las propiedades y las relaciones de las armonías musicales. En definitiva, les parecía evidente que todas las otras cosas modelan sobre números su entera naturaleza y que los números son la esencia primordial de todo el universo físico.
La armonía musical rige el orden del universo.

  • Por todas estas razones concibieron los elementos de los números como elementos de toda la realidad, y el cielo entero como armonía y número. Y todas las concordancias con las propiedades y las partes del cielo y con el entero orden universal que cotejaban en los números y en las armonías, las recogían y las adaptaban a su sistema.


Pitágoras identificó la arjé con el número, el punto de partida, fundamento y causa que los Milesios encontraron en un elemento físico. Cualquier figura geométrica, y por lo tanto cualquier cuerpo existente, puede ser pensado como una cantidad finita y numerable de elementos base unitarios: los números. Todo es número y todo es numerable. Con esta certeza, Pitágoras construyó la primera matemática y elaboró una metafísica, un ideal de orden, racionalidad y armonía universal. La idea pitagórica de número, sin embargo, es distinta de la moderna: el número no es un ente abstracto, sino algo concreto y real, una dimensión esencial de las cosas. Así pues, el número pitagórico poseía también una dimensión espacial: en ella hay triángulos, cuadrados, etc.

SECTA PITAGÓRICA

La figura de Pitágoras aparece todavía a mitad de camino entre el filósofo y el antiguo chamán (el brujo de las culturas arcaicas). Lo demuestra la lista de extrañas reglas de purificación que impuso a sus discípulos (verdaderos tabúes o acciones absolutamente prohibidas por motivos religiosos). Son éstas: 1) no comer habas; 2) no recoger lo que se ha caído; 3) no tocar un gallo blanco; 4) no desmenuzar el pan; 5) no encaramarse a las vigas; 6) no atizar el fuego con el hierro; 7) no morder un pan redondo entero; 8) no arrancar las guirnaldas; 9) no sentarse sobre una jarra; 10) no comer el corazón; 11) no mirarse en un espejo junto a la lumbre; 12) alisar el lecho al levantarse (nótese cómo la regla 4 no puede coexistir lógicamente con la 7).

MÚSICA CÓSMICA

Una de las ideas que han tenido más éxito de Pitágoras es la de que los astros producen en su movimiento una música perfecta y divina, literalmente celestial. Si no conseguimos oírla es sólo a causa de la costumbre, fenómeno psicológico que hace que un sonido continuo se vuelva inaudible para la conciencia perceptiva.


9 El aire está lleno de almas.

EL PROBLEMA: ¿Qué es el alma? ¿Es inmortal? ¿Qué confiere vida al animal, separándose de él a su muerte?
LA TESIS: Pitágoras fue el primer filósofo occidental que sostuvo la teoría de la metempsicosis, las trasmigración de las almas de un cuerpo a otro a su muerte. Debido a una culpa originaria, el alma está obligada a reencarnarse en sucesivas sustancias corpóreas (no necesariamente humanas, sino también animales), en un ciclo que puede ser interrumpido sólo por medio de una adecuada purificación. Las reglas en la que se inspiran las normas éticas y los ritos purificadores son las puramente matemáticas de la armonía y la proporción. (De Diógenes Laercio).

El alma (inmortal y presente en todo ser vivo) está formada por éter, el quinto elemento, una sustancia material pero muy sutil e invisible.

  • Los Pitagóricos afirmaban que todas las cosas que participan del calor (por lo que las plantas también son seres vivos) están dotadas de vida, y que, sin embargo, no todas tienen alma. Afirmaban que el alma es una partícula del éter frío y del éter caliente, que difiere de la vida justamente porque participa del éter frío: y que es inmortal, porque inmortal es aquello de lo que se ha separado.
El alma humana tiene tres componentes.

  • Afirmaban que el alma del hombre <o de la mujer> se divide en tres partes: intelecto, mente y ánimo; el intelecto y el ánimo son comunes también a los otros animales, mientras que la mente es propia sólo del hombre <y de la mujer>.
El corazón es la sede de las emociones; el cerebro, del intelecto y de la mente.

  • Afirmaban que el alma comienza en el corazón y llega al cerebro; que la parte que está en el corazón es el ánimo, y la que está en el cerebro es el intelecto y la mente; que los sentidos son como gotas que vienen de aquellas partes, y que la parte racional es inmortal y las otras, mortales.
También el pensamiento está formado por éter.

  • Afirmaban que el alma se nutre de la sangre y que los razonamientos son respiraciones del alma; y que alma y razonamientos son invisibles, porque también el éter es invisible…
El alma no está controlada necesariamente por la mente racional.

  • Afirmaban que el alma está junto a las venas, las arterias y los nervios, pero que si tiene fuerza y está encerrada en sí misma; entonces está unida a los razonamientos y a las obras.
El alma sobrevive al cuerpo.

  • Afirmaban que cuando el alma es atrapada por el cuerpo, vaga sobre la tierra por el aire como un cuerpo. Y que Hermes es el guardián de las almas, y que por esto precisamente se le llama Acompañador, Portero y Ctonio, puesto que es él quien envía a las almas salidas de los cuerpos a los lugares a ellas destinados, sea la tierra, sea el mar. Afirmaban que las almas purificadas van hacia lo alto, mientras que las impuras ni se acercan ni se unen entre sí, sino que son atrapadas por las Erinias en cepos de los que no pueden escapar.
Los sueños son enviados por las almas de los difuntos. También los animales sueñan.

  • Afirmaban que todo el aire está lleno de almas y que tales eran considerados los demonios y los héroes; y que ellos envían los sueños y los síntomas de enfermedades a los hombres, y no sólo a los hombres, sino también a los rebaños y a los otros ganados.
El rito religioso establece el contacto entre las almas.

  • Y que por ellos (por las almas de los demonios y de los héroes existen las purificaciones y las ceremonias rituales, el arte adivinatorio, los vaticinios y todas las cosas que son de tal género.
El alma tiende al bien, pero el hombre es en sí un ser inquieto.

  • Afirmaban que la mayor tarea de los hombres <o las mujeres> es persuadir un alma para el bien, apartándola del mal; que el hombre es feliz cuando tiene un alma buena, pero que no está nunca tranquilo ni sigue siempre la misma corriente.
La producción de esperma tiene su sede en el cerebro.

  • Afirmaban que los animales son generados por los animales mediante el semen, y que la tierra no puede generar; puesto que el semen es una gota del cerebro que contiene vapor caliente. Cuando éste entra en la matriz, introduce desde el cerebro humedad y sangre, de donde después se forman las carnes, los nervios, los huesos, los pelos y, finalmente, todo el cuerpo, mientras que del vapor nacen el alma y los sentidos.
La gestación del feto sigue las leyes decimales de la numeración matemática.

  • Afirmaban que el embrión toma forma en cuarenta días; después, el niño se completa y viene a la luz en siete, nueve o como máximo diez meses, según las relaciones con la armonía.
Hay vida mientras los componentes del individuo permanecen en relación armónica.

  • Afirmaban que el niño tiene en sí todas las relaciones de la vida; y que éstas, conectándose, lo mantienen unido, añadiéndose cada parte en el momento debido según las relaciones con la armonía.
Dado que conseguimos ver también a través del agua, la vista ha de recibir un fluido muy sutil, como un vapor caliente.

  • Afirmaban que los sentidos en general, y la vista en particular, están formados por un vapor muy caliente mediante el que podemos ver a través del aire y del agua; porque el calor se condensa por el frío circundante, mientras que si el vapor que está en los ojos fuese frío, se dispersaría en contacto con el aire frío. Por esto probablemente llaman a los ojos puertas del Sol. Las mismas cosas dicen de los otros sentidos.
Virtud moral y salud física son ejemplos de armonía.

  • Que la justicia es fidelidad a los juramentos y que por esto Zeus es llamado el protector. Y que la virtud es armonía y así también es la salud, el bien y la divinidad; y que por ello el todo está compuesto según armonía. Que la amistad es igualmente armónica.
Hay sustancias impuras que siempre deben evitarse, porque son fuente de contaminación.

  • Afirmaban que es preciso honrar a los dioses <o diosas> y a los héroes <o heroínas>, pero no de la misma manera: a los dioses con loas, vestidos de blanco y en pureza; a los héroes, a partir del  mediodía. Que la pureza se obtiene por medio de los ritos de purificación, los baños y las abluciones, apartándose de los lutos y de contactos sexuales y de toda otra impureza, absteniéndose de las carnes ya tocadas y de las de animales muertos por muerte natural, de las trillas, de las melanurias, de los huevos, de los animales ovíparos, de las habas y de otras cosas de las que se invita a abstenerse a aquellos que siguen las iniciaciones en los templos.
La doctrina de Pitágoras debía permanecer en secreto y transmitirse sólo oralmente.

  • Es  admirado también el cuidado que tuvieron en guardar el secreto de sus doctrinas. Porque hasta Filolao, nadie tuvo noticia de los Pitagóricos durante enteras generaciones: fue Filolao el primero en divulgar los tres famosos libros, de los que se dice fueron adquiridos por Dion de Siracusa a instancias de Platón, pagando por ellos cien minas a Filolao, quien a la sazón se hallaba en situación de dura y grave pobreza. Filolao formaba parte de la secta de los Pitagóricos, y por ello es plausible que poseyese los libros.
METEMPSICOSIS (REENCARNACIÓN)


Es la teoría que defiende la inmortalidad del alma y su transmigración de uno a otro cuerpo a la muerte del primero. Aún hoy profesada en Oriente por las religiones hinduista y budista, la doctrina de la reencarnación llegó a Grecia con la secta mistérica de los órficos y con las enseñanzas de Pitágoras. Su importancia en la historia de la filosofía reside en que fue adoptada por Platón como explicación mítico-filosófica de la anamnesis.


TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO