En la epistemología genética de Piaget, la idea central de estadio cognitivo (o fase evolutiva) se refiere a las distintas etapas por las que pasa la inteligencia en su período de crecimiento. Cada fase constituye una unidad distinguible de las demás por su peculiar manera de resolver el problema de la adaptación al mundo: los esquemas mentales del niño o niña (su <inteligencia>) son distintos de los del adulto.
La dinámica de este desarrollo la explica Piaget englobando en su construcción teórica dos nociones elaboradas por las ciencias humanas en el s. XX: la idea de estructura (-->) y la de revolución científica (--> Historicidad de la ciencia). Apropiándose del método estructuralista, Piaget describe cada fase como un sistema íntimamente organizado, autónomo y dotado de una propia coherencia interior. Cada fase de desarrollo constituye un sistema autónomo de conductas, representaciones mentales y relaciones con el ambiente: es decir, una forma de pensar típica y necesaria de cada período concreto del crecimiento. En pocas palabras: cada período evolutivo constituye una estructura cualitativamente distinta de las demás. El paso de un esquema a otro se produce por medio de un proceso revolucionario similar a los descritos por los historiadores científicos: a través de la sustitución de un paradigma (-->) -es decir, de un esquema consolidado de resolución- por otro. Ello significa que el crecimiento intelectual del niño o niña no se desarrolla a un ritmo constante y continuo sino que, por el contrario, alterna breves mutaciones cualitativas (que son auténticas revoluciones estructurales) con largas fases de profundización (en los términos de la nueva epistemología: fases de ciencia normal alternadas con fases de ciencia revolucionaria). Por otra parte, Piaget vislumbra la relación entre el desarrollo del individuo (ontogénesis) y el de la humanidad (filogénesis), ya que a cada fase del desarrollo infantil corresponde una fase histórica del pensamiento filosófico y científico.
Piaget identifica cuatro estadios evolutivos fundamentales, dentro de las cuales son posibles, obviamente, otras distinciones secundarias:
- Fase del período sensomotor (0-2 años), caracterizado por la utilización de los reflejos, la progresiva coordinación sensorial y el nacimiento de las primeras representaciones mentales.
- Fase preoperacional (7-11 años), en la que la inteligencia desarrolla la función semiótica y el uso de símbolos (imágenes mentales y palabras).
- Fase operativo-concreta (7-11 años), en la que el niño o niña ya está en condiciones de desarrollar operaciones lógicas aplicadas a tareas concretas y de resolver los distintos problemas.
- Fase operativo-formal (11-15 años), en la que se produce la conquista del pensamiento abstracto y simbólico, con capacidad para construir teorías y sistemas.
La teoría de Piaget, a pesar de basarse en un cuidadoso análisis psicológico del niño o niña llevado a cabo con precisión experimental, es importante también desde el punto de vista filosófico general: presupone, en efecto, que la racionalidad no es definible en términos lógicos o absolutos, sino en términos evolucionistas.
TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO