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ASOCIACIONISMO




El asociacionismo es la tendencia filosófica y psicológica según la cual toda la vida mental puede ser explicada como combinación de ideas simples (de origen sensorial) que se agregan entre sí en virtud de <leyes asociativas>. El asociacionismo implica el atomismo psicológico: es decir, la creencia de que incluso los hechos psíquicos más complejos, como la inteligencia, pueden reducirse a elementos mínimos indivisibles.


El principio de asociación fue enunciado por primera vez por Aristóteles, quien de todas formas sólo lo admitía en relación a la memoria y excluyendo, pues, que toda la mente funcionara a partir de éste (--> Facultades del alma). Las leyes asociativas que, según este filósofo griego, conectan los recuerdos entre sí, son tres: proximidad espacial, continuidad temporal y semejanza o contraste (es decir: cada recuerdo evoca a su semejante y a su opuesto).


Los procedimientos asociativos no volvieron a llamar la atención de los filósofos hasta el s. XVII, cuando Locke, en el marco del empirismo, convirtió el asociacionismo en la piedra angular de todo el pensamiento: todo lo que está en la conciencia (no sólo en la memoria) nace de la combinación de elementos simples (moléculas del pensamiento) proporcionados por la experiencia. Además de las de Aristóteles, Locke introdujo las leyes asociativas de la casualidad (-->), señalado las combinaciones accidentales de ideas que se presentan repentinamente bajo forma de intuición (--> Insight) y, sobre todo, insistiendo en la costumbre (-->) como origen de las combinaciones entre ideas que se fijan de forma estable en la mente a consecuencia, precisamente, de la fijación de la costumbre.


La teoría del asociacionismo explicaba la inteligencia como la capacidad de establecer conexiones entre ideas al mismo tiempo productivas e inusitadas.


Además, daba razón de una serie de fenómenos psíquicos: la superstición, las fobias, los miedos irracionales, así como la repugnancia por algunos animales, son realidades psíquicas que podrían nacer de patologías asociativas, de conexiones inadecuadas entre determinadas imágenes y la idea de miedo. Por otra parte, incluso la simpatía y el amor nacerían de conexiones muchas veces inconscientes entre la imagen de una persona y otras ideas agradables.


El efecto filosófico de estas teorías fue el de debilitar progresivamente la noción de razón: las leyes asociativas, efectivamente, no son necesarias, y su resultado es siempre eventual y nunca regido por leyes lógicas. El escepticismo de Hume (--> Causalidad) fue la consecuencia extrema de un asociacionismo radical: incluso la conexión entre la idea de causa y la de efecto, base de todo razonamiento científico, no se funda en un criterio más sólido que el de la simple y llana costumbre.


Superado por la crítica de Kant, el asociacionismo no se ha vuelto a plantear en el terreno filosófico (como principio explicativo de toda la vida espiritual). En el s. XIX fue presentado por la naciente psicología científica como explicación de algunos mecanismos mentales (la visión en particular); en el s. XX ha sido superado incluso en este campo por la psicología de la Gestalt (-->).




TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO

PROFUNDIZACIÓN ASOCIACIONISMO